30 de julio de 2017

DE ISRAEL A PORTUGAL PASANDO POR MONTEAGUDO

Cuando sales a la plaza del pueblo y te encuentras con coches como los de las fotos, tu mente se remonta a tus primeros pasos con un Citroen 2CV furgoneta que tenía mi padre y que en realidad fue mi primer coche. Esta furgoneta lo mismo servía para llevar manzanas al mercado de Almazán o por los pueblos de Soria, que llevarnos a los pueblos cercanos de fiesta por las noche de verano.
Las personas que iban en estos coches eran de Israel, me pidieron que les hiciese una foto y al no hablar español comenzamos a comunicarnos en inglés. Nos comentaron que eran de Israel, que iban a Portugal a un encuentro de citroen de época, que habían venido a Valencia en barco y luego recorrían España con sus coches. Les indicamos dónde estaba la judería de Monteagudo, nos hicieron varias preguntas del pueblo, número de habitantes, historia... También nos comentaron que al menos uno de ellos vivía en un kibutz, especie de granjas colectivas en las que compartían el trabajo y la propiedad, había rotación de puestos, salarios igualitaros etc.
Cuando se fueron recordé muchas cosas de mis primeras experiencias con el 2CV de mi padre, por ejemplo un día de invierno que subimos mi hermana y yo a Almazán a vender manzanas al mercado, estaba nevando, no se veía nada más que un poquito por la esquina del cristal por donde salía la calefacción, al llegar a Almazán no podía subir por la cuesta de la plaza ya que patinaba en el hielo; era increíble como estos coches con tan poca potencia llegaban a tantos sitios. 
Cuando estuve en San Esteban de Gormaz se comentaba que una médico de la zona tenía un coche de esta marca con el techo de lona, le cayó un jabalí en el interior y ella salio del coche cerrando la puerta, por lo que el animal le destrozó el coche hasta que logró salir.
 Eran coches muy básicos que se refrigeraban por aceite y con una amortiguación que se inclinaban un montón en las curvas. El de mi padre llevaba el asiento del copiloto un poco suelto y algunas veces el acompañante se te venía encima en las curvas.
 Me llamó la atención el "aire acondicionado" que llevaba uno de ellos, un ventilador en el salpicadero del coche.
Buen viaje a estos valientes israelitas y gracias por parar en Monteagudo y compartir con nosotros nuestros recuerdos y vuestras vivencias.


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