27 de diciembre de 2017

MEDICINA, CURANDEROS Y REMEDIOS CASEROS

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Cuando yo era niño los agricultores de Monteagudo no tenían Seguridad Social , entonces ¿cómo 
actuaban en casos de enfermedad? Mi madre escribió una entrada en este blog en el que contaba remedios caseros de la siguiente manera: 
"Las enfermedades leves:  cuando yo era niña: se llamaba al médico y este venia a casa. De niños era corriente el sarampión, las paperas, la varicela ,la tosferina... Muchas las curaban con remedios caseros, para los catarros leche caliente con coñac y miel, para abrir el apetito una copita de vino dulce de quina, para las anginas, te hurgaban con un algodón rodeando un palo la garganta con zumo de limón recién exprimido; cataplasmas de linaza y mostaza que los preparaban en la farmacia ,se envolvía en un  trapo  se colocaba en el pecho y te hacían sudar.  las ventosas, un vaso de cristal fuerte, se mojaba un poco de algodón en rama en alcohol, se prendía se metía en el vaso, se daba rápidamente la vuelta y se ponía sobre el enfermo en el pecho, costados, subía la carne en el vaso te hacia sudar y sacaba el pasmo. aun  recuerdo de niña cogí catarro en vísperas de la fiesta y me ponía las ventosas yo misma para poder salir y si que lo conseguí pero como se sufría , cuando te quitabas el vaso salia a veces hasta sangre si te cortaba el vaso. Casi era peor el remedio que la enfermedad."
Recuerdo ver las señales de las ventosas en el pecho de mi madres y haber recibido alguno de estos remedios, pero afortunadamente había un médico en Monteagudo, D. Guillermo, que atendía a los enfermos e incluso actuaba de dentista. Además empezaron a vacunar a los niños contra la viruela de las que nos queda la señal en brazos o piernas , la polio y otras enfermedades y se empezaron a utilizar los antibióticos junto a medidas higiénicas lo que mejoró mucho la salud de las personas. 
También recuerdo que mis padres    se hicieron un seguro para el caso de que tuviesen enfermedades graves o que necesitasen operaciones.
Pero  mi madre también nombraba otros remedios como flor de saúco para las inflamaciones, sal y vinagre para las heridas, sal o pólvora para el dolor de muelas, tela de arañas para las hemorragias, orina o tétano de huesos para las grietas de las manos... Pero sobre todo como se acudía a curanderos hechiceros  para tratar sobre todo traumatismos, enfermedades ... Aunque ella pensaba que todas estas personas lo que perseguían era tu dinero y no solían curar nada. También recuerdo que en la pared de la ermita había brazos, cabezas y otras figuras de cera que indicaban que se recurría a la intervención de la patrona para sanar ciertas enfermedades.
Ahora tenemos la suerte de tener una  sanidad pública y para todos y aunque por motivos de los recortes y la despoblación de la comarca los médicos y los hospitales se están centralizando en lugares cada vez más lejanos y el número de profesionales sanitarios cada vez es menor , debemos luchar por defender este modelo de sanidad ya que, como pasa en muchos países, es muy lamentable que si no te puedes pagar la sanidad no se te atienda cuando estas enfermo como sucedía no hace tantos años en España.

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